Como verás no hay grandes corporaciones, centros comerciales, ni empresas de ocio que te mandan un mensaje personalizado a cambio de un mensaje publicitario. No hay absolutamente nada de eso. La Navidad es no tener más cosas sino generar ilusión y esta no se vende en una botella de refresco. Todo empezó para recuperar la ilusión de una niña, mi hija, y cuya historia como veis aquí en los recortes de prensa, dio la vuelta al mundo. No esperéis ver más porque no hay más , salvo ilusión y buen humor. Muchas gracias, por visitarla.